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Cine en femenino

  • Iris Simón
  • 22 nov 2016
  • 3 Min. de lectura

Muchas veces cuando hablamos de representación femenina en el cine, algunos se alarman diciendo que ya salen mujeres en las películas, que nos estamos volviendo locos con la igualdad, obviando que eso no es lo que significa la palabra representación. Cuando una mujer sale en una película, normalmente su única función es estar enamorada del protagonista o algún vínculo familiar con él, por lo que no tiene un papel demasiado relevante.

Para visibilizar este vacío de personajes femeninos con acción propia surgió el Test de Bechdel, inspirado en una tira cómica en el que una amigas discutían sobre qué película ver en el cine. En estas, una de ellas dice que solo verían aquellas que cumpliesen tres requisitos: el primero sería que tuviese dos personajes femeninos importantes, el segundo que hablasen entre ellas, y el tercero que la conversación no fuera sobre un hombre, como decíamos antes del tema del amor.

En 2015, alrededor del 35% de las películas analizadas por este test no lo pasaron, aún utilizándose la propia web para promocionar las películas que sí lo pasan, por lo que éstas son registradas aposta y bajan el anterior porcentaje. Aún así, si revisamos muchas de las que están aprobadas, varios usuarios que vuelven a ver las películas afirman que no cumplen los tres requisitos, puesto que no consideran una conversación a intercambiar una frase como “¡Cuidado!” o “¿Estás bien?”, por lo que el argumento estaría cogido por pinzas.

Este tema no nos debe ser ajeno pues, hace unos meses, tras el lanzamiento del trailer de la nueva película de Cazafantasmas, esta recibió múltiples críticas porque las cuatro protagonistas eran mujeres, y no hombres como en la original de 1984. Una de las razones que daban los detractores de la película era la nostalgia por la anterior película, lo cual no comprendo qué tiene que ver con que no se pueda hacer una secuela. El lanzamiento de una continuación no quema todas las grabaciones de la película original.

Unido a esto, con el estreno de Sufragistas en 2015, película que cuenta la lucha sufragista en Inglaterra, se empezó a acusar a las películas protagonizadas por mujeres de que solo trataban temas que las tocaban directamente, como podía ser el voto femenino o la maternidad. Aunque dicho argumento me parezca una excusa para no ver esta y otras películas maravillosas sobre el tema, vamos a citar algunos filmes de distinta temática para contentar a todos los gustos.

Citando películas estrenadas este año y el pasado, No respires es perfecta para los amantes del suspense, Buscando a Dori para los más pequeños y los nostálgicos de Nemo, y Yo antes de ti para los románticos (relacionado con que que sea de amor no tiene por qué tratar únicamente el clásico único propósito de la mujer de conseguir al hombre). Desgraciadamente, no encontramos muchas películas de acción que pasen el test, siguiendo el rol de que las mujeres no encajan en esta temática. Algunas de las pocas (y dudosas) que lo pasan son Escuadrón Suicida, aunque no mantienen conversaciones al uso, y Star Wars: el despertar de la Fuerza, donde solo tienen cierta conversación en una escena.

Este artículo no pretende que el público deje de ver las películas que no pasan el test, sino que simplemente tengan un ojo más crítico con lo que les rodea; y, sobre todo, que piensen en la satisfacción que da ver a alguien similar a ti en un papel fuerte.

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